domingo, 7 de junio de 2009

Brasil rescata los dos primeros cuerpos del Airbus


07.06.09 - 15:48 -
AGENCIAS PARÍS/ La Verdad
Los cuerpos de los varones han sido hallados junto con algunos efectos personales de los pasajeros
Los expertos han recogido muestras genéticas de los familiares de las víctimas para acelerar las identificaciones
Investigadores franceses aseguran que el avión emitió 24 señales de alarma cuatro minutos antes de desaparecer
Dos cuerpos, una asiento de color azul que identifica a Air France y partes de un ala han sido rescatados por la Marina de Brasil en el océano Atlántico, y suponen la primera prueba del desastre ocurrido el pasado domingo, informaron fuentes oficiales. "Durante la mañana de ayer sábado, a las 08.14 hora local (11.14 GMT), hubo confirmación del rescate en el mar de algunas piezas y cuerpos que pertenecían al Airbus" que había partido de Río de Janeiro hacia París con 228 personas a bordo, dijo en una rueda de prensa el coronel Jorge Amaral.
El portavoz militar precisó que se trata de dos cuerpos de sexo masculino no identificados y de objetos que se presume que pertenecían al avión, como un asiento del mismo color azul que utiliza la empresa francesa, con el número de serie 237011038331-0. También fueron recogidas en alta mar una bolsa de cuero con un billete de Air France dentro, una mochila que contenía un ordenador portátil y una cartera con un certificado de vacunación, que se cree que pertenecían a algunos de los pasajeros.
Amaral, portavoz del Centro de Comunicación Social de la Aeronáutica en Recife, ha dicho que el número de serie del asiento le ha sido transmitido a Air France, a fin de que la empresa compruebe si pertenecía al Airbus A330-200 que desapareció en medio del océano Atlántico, aunque todos los indicios llevan a presumirlo. Según el coronel, existen informaciones de que también "están siendo recogidas mascarillas de pasajeros y otros materiales", aunque ha declinado hacer más precisiones.
Potente operativo de rastreo
En una rueda de prensa posterior, el teniente coronel Henry Wilson Munhoz Wender declaró, sin muchas precisiones, que también fue rescatada parte de una de las alas del aparato. Los restos fueron hallados en los límites de la zona en la que se han concentrado las búsquedas, que comenzaron el pasado lunes, tras confirmarse que el avión había desaparecido de los radares al filo de la medianoche del domingo.
El lugar del impacto se calcula en un lugar próximo a las islas de Sao Pedro y Sao Paulo, unas moles rocosas deshabitada situadas a unos 704 kilómetros del archipiélago brasileño de Fernando de Noronha y a 1.296 kilómetros de Recife. En torno a ese punto se ha trazado un radio de 220 kilómetros, un área en la que trabajan nueves buques aviones, además de un Falcon 50 y un Atlantic Rescue D franceses, y un avión de patrulla marítima P-3C Orion de Estados Unidos.
Los dos cuerpos y los objetos fueron rescatados por la tripulación de la corbeta brasileña Caboclo y serán trasladados posteriormente a la fragata Constitución, que se desplazará hacia un punto a unos 600 kilómetros de Fernando de Noronha, donde serán recogidos por un helicóptero. Los trabajos de identificación de los cuerpos serán realizados en Recife, donde el Ministerio de Defensa de Brasil ha instalado su principal base de operaciones, que cuenta incluso con cámaras frigoríficas para depositar los cadáveres. Durante los últimos dos días, médicos de las Fuerzas Armadas han recogido muestras genéticas de los familiares de las víctimas que se encuentran en Río de Janeiro, a fin de acelerar la identificación de los restos que sean recuperados.


24 señales de anomalías
Los investigadores franceses han informado de que el aparato siniestrado emitió 24 señales de anomalías en sus sistemas durante los cuatro minutos previos a que saliera de la zona de localización del radar de Río de Janiero. Aunque por el momento no se puede establecer la causa de estos problemas, se sabe que el día del siniestro las condiciones meteorológicas no eran "particularmente excepcionales".
La existencia de una zona de turbulencias asociada a esas inclemencias propias de la región y de tormentas fue mencionada desde el principio de tenerse noticia de la desaparición del avión de Air France. Un portavoz de la compañía dijo el pasado lunes que el aparato podía haber sido alcanzado por un rayo, aunque expertos en aeronáutica afirmaron desde entonces que no creen que esa pueda ser la única explicación para que el avión sufriera un accidente fatal.
Fuentes próximas a la investigación, citadas por Le Monde, sostienen la mista teoría sobre la velocidad y aluden además a "una cadena de acontecimientos catastróficos" que condujo a la "desintegración en pleno vuelo" del Airbus, como lo atestiguan los mensajes automáticos emitidos por el aparato durante los últimos cuatro minutos de vuelo entre las 23.10 y las 23.14 (hora local, 4.10 y 4.14 de la madrugada, hora de París).

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