El Ejecutivo de la canciller Angela Merkel ha acordado aumentar la vida útil de las centrales nucleares de Alemania, según ha informado un miembro del Gobierno, sin precisar el número de años que implicará dicha ampliación.
La misma fuente ha indicado que las centrales serán clasificadas en dos grupos diferentes, en base a criterios de seguridad y a la edad de cada una de las 17 centrales nucleares que hay en el país, y en consonancia con las propuestas realizadas anteriormente por el propio Gobierno.
"Habrá una ampliación escalonada de su vida útil", ha manifestado el citado miembro del Gobierno alemán, que ha solicitado permanecer en el anonimato. La decisión permitirá ampliar durante más tiempo a las centrales menos antiguas, que disponen de unas condiciones de seguridad más elevadas.
Un Ejecutivo dividido
Merkel se reunió ayer con varios altos cargos de su Ejecutivo para poner fin a la disputa respecto al tiempo que deben permanecer activas las centrales una vez que sobrepasen los límites actuales, según los cuales Alemania debería cerrar su última central en 2021. Los miembros de su Gobierno de coalición se han mostrado divididos respecto a este asunto, que también mantiene enfrentados a los operadores nucleares y a los ecologistas. Cerca de mil defensores del medioambiente se congregaron para protestar frente al edificio de la Cancillería.
Sobre la mesa había diferentes propuestas que establecen la ampliación de la vida útil de las centrales durante un periodo que oscila entre los diez y los quince años. El ministro de Economía, Rainer Bruederle, del Partido Liberal Demócrata (FDP), quiere que se aumente a quince años la longevidad de las centrales, mientras que el ministro de medioambiente, Norbert Roettgen, de la Unión Cristiano Demócrata (CDU) de Merkel, ha apostado por una menor ampliación. Antes de la reunión, Bruederle se mostró confiado y dijo que el Gobierno llegaría a una decisión de forma rápida e inteligente.
La misma fuente ha indicado que las centrales serán clasificadas en dos grupos diferentes, en base a criterios de seguridad y a la edad de cada una de las 17 centrales nucleares que hay en el país, y en consonancia con las propuestas realizadas anteriormente por el propio Gobierno.
"Habrá una ampliación escalonada de su vida útil", ha manifestado el citado miembro del Gobierno alemán, que ha solicitado permanecer en el anonimato. La decisión permitirá ampliar durante más tiempo a las centrales menos antiguas, que disponen de unas condiciones de seguridad más elevadas.
Un Ejecutivo dividido
Merkel se reunió ayer con varios altos cargos de su Ejecutivo para poner fin a la disputa respecto al tiempo que deben permanecer activas las centrales una vez que sobrepasen los límites actuales, según los cuales Alemania debería cerrar su última central en 2021. Los miembros de su Gobierno de coalición se han mostrado divididos respecto a este asunto, que también mantiene enfrentados a los operadores nucleares y a los ecologistas. Cerca de mil defensores del medioambiente se congregaron para protestar frente al edificio de la Cancillería.
Sobre la mesa había diferentes propuestas que establecen la ampliación de la vida útil de las centrales durante un periodo que oscila entre los diez y los quince años. El ministro de Economía, Rainer Bruederle, del Partido Liberal Demócrata (FDP), quiere que se aumente a quince años la longevidad de las centrales, mientras que el ministro de medioambiente, Norbert Roettgen, de la Unión Cristiano Demócrata (CDU) de Merkel, ha apostado por una menor ampliación. Antes de la reunión, Bruederle se mostró confiado y dijo que el Gobierno llegaría a una decisión de forma rápida e inteligente.
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