No hay récord del mundo, pero siete de los finalistas bajan de 10 segundos
La final de los Juegos de Londres, la carrera más rápida de la historia
RAMÓN PIZARRO (Enviado especial a Londres)
05.08.2012 - 09:56h
Usain Bolt volvió a asombrar al mundo y se proclamó de nuevo campeón olímpico de 100 metros en los Juegos de Londres, al superar a todos en la final y registrar un tiempo de 9.63, que es récord olímpico. Siete de los finalistas bajaron de los 10 segundos, con Blake como medalla de plata y Gatlin cono medalla de bronce.
El extraterrestre ataca de nuevo
El momento más esperado del calendario olímpico no defraudó. Bolt, se olvidó de sus problemas físicos en esta temporada, corrió por la calle siete y con su progresión de extraterrestre arrasó a sus rivales. El jamaicano tuvo una puesta en acción lenta, como es costumbre, pero en cuanto sus poderosas piernas comenzaron a batir, nadie pudo con él.
Bolt logró la segunda mejor marca mundial de todos los tiempos, solo detrás de su récord mundial de 9.58 en Berlín, y por delante de los 9.69 de Tyson Gay en Shanghai 2009. De hecho, con estos 9.63 de Londres, Usain Bolt también supero los 9.69 con los que ganó en Pekín hace cuatro años.
Y eso que su tiempo de reacción fue el quinto de todos los finalistas, 165 milésimas. El más rápido en la salida, el holandés Churandy Martina, lo hizo en 139 milésimas, en una prueba que se corrió con 1,5 metros por segundo a favor.
Dadas las primeras cinco zancadas, Bolt comenzó a sobrepasar rivales, casi al tiempo que se lesionaba Asafa Powell. El también jamaicano Blake, en cabeza por la calle cinco, y en dura pugna con los estadounidenses Gay y Gatlin, vio como el plusmarquista mundial volvía a pasarlos a todos como un tren de alta velocidad.
En la meta: Bolt, campeón con 9.63; Yohan Blake, el campeón mundial de 2011, fue segundo con 9.75 e igualando su marca personal; tercero fue Justin Gatlin, campeón olímpico en Atenas y mundial en 2005, con marca personal 9.79;
Fuera del podio y cuarto se quedó Tyson Gay, que hizo 9.80; quinto Ryan Bailey, que también igualó su marca personal de 9.88; sexto Churandy Martina, en 9.94; séptimo Richard Thompson, 9.98; y Asafa Powell se lesionó y aunque llegó a la meta superó los 11 segundos.
Espectáculo de principio a fin
Desde que salieron los ocho protagonistas al estadio, como modernos gladiadores, se sintió esa atmósfera tan especial que solo se experimenta en los momentos históricos. Tres jamaicanos, tres estadounidenses, uno de Trinidad y Tobago y otro de los Países Bajos.
Ya la presentación calle a calle, sobretodo cuando se llegó a Bolt, fue espectacular, como todo lo que vino después. Antes, se pudo ver a los dos grandes favoritos Blake y Bolt, relajados, hablando entre ellos, como los dos buenos compañeros de entrenamiento y grandes amigos que son.
Hasta ahora, solo Carl Lewis había conseguido dos títulos olímpicos consecutivos en la final de los 100 metros. Lewis ganó en Los Ángeles 1984, pero el de Seúl 1988 lo obtuvo después del escándalo del dopaje del canadiense Ben Johnson. Bolt es el único que cruzó la meta las dos veces en primera posición.
A tenor de lo que ofrecieron las semifinales, la carrera prometía ser la más rápida de la historia. Esta final de los 100 metros de los Juegos de Londres reunió a cuatro atletas, Bolt, Blake, Powell y Gay, que copaban, hasta el inicio de la misma, las 20 mejores marcas de todos los tiempos, todas por debajo de 9.78.
Pero hubo otro detalle más, siete de los ocho finalistas, salvo el trinitense Richard Thompson, acumulaban de salida 25 de las 27 mejores marcas de la temporada.
Con todas esas credenciales el espectáculo y la carrera más rápida de la historia estaba casi asegurado. Algo inolvidable desde el comienzo hasta el fin, ya que fueron apenas 10 segundos de carrera que durarán en la memoria de los aficionados muchos años.
En función de lo que ofreció Bolt en esta carrera ya hay que desear que lleguen los 200 y el relevo para ver si el jamaicano es capaz de repetir la gesta de los tres otros de Pekín.
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