20minutos.es
El hallazgo de numerosos cadáveres elevó a 66 la cifra oficial de muertos en los incendios que han destruido al menos 640 viviendas y arrasado decenas de miles de hectáreas de bosques en el sureño Estado de Victoria, en la peor ola de incendios del último cuarto de siglo.
El recuento policial de víctimas ha ido en aumento en un goteo incesante a lo largo de las últimas horas, a medida que los equipos de rescate han logrado acceder a los lugares afectados por las llamas, donde han encontrado cuerpos carbonizados en coches y viviendas.
"El infierno con toda su furia ha visitado a las buenas personas de Victoria en las últimas 24 horas. Es una tragedia para la nación", dijo hoy el primer ministro australiano, Kevin Rudd, que visitó la región a primera hora de y anunció un fondo de 10 millones de dólares australianos para los afectados (seis millones de dólares).
Miles de bomberos y voluntarios siguen luchando contra el fuego
Miles de bomberos y voluntarios siguen luchando contra el fuego en nueve focos que arden fuera de control en el Estado, donde el calor ha bajado considerablemente.
Aun así, el primer ministro del Estado de Victoria, John Brumby, que también se ha personado en varios lugares afectados por el fuego, avisó de que la situación no es segura y pidió prudencia a los habitantes de la zona. "Un número importante de incendios muy serios arde fuera de control", dijo.
"Tomará varios días hacerse con la situación", dijo Brumby, quien teme que el número de víctimas aumente en las próximas horas, debido al alto número de heridos graves hospitalizados. Brumby acordó esta mañana con Rudd que el Ejército se una a los 3.000 bomberos y miles de voluntarios que combaten las llamas y atienden a las víctimas. "Van a proporcionar colaboración y logística. Contribuirán con carburante, apoyo logístico, maquinaria pesada, algo de personal y la asistencia en el control de las situaciones muy difíciles", detalló Brumby.
El hallazgo de numerosos cadáveres elevó a 66 la cifra oficial de muertos en los incendios que han destruido al menos 640 viviendas y arrasado decenas de miles de hectáreas de bosques en el sureño Estado de Victoria, en la peor ola de incendios del último cuarto de siglo.
El recuento policial de víctimas ha ido en aumento en un goteo incesante a lo largo de las últimas horas, a medida que los equipos de rescate han logrado acceder a los lugares afectados por las llamas, donde han encontrado cuerpos carbonizados en coches y viviendas.
"El infierno con toda su furia ha visitado a las buenas personas de Victoria en las últimas 24 horas. Es una tragedia para la nación", dijo hoy el primer ministro australiano, Kevin Rudd, que visitó la región a primera hora de y anunció un fondo de 10 millones de dólares australianos para los afectados (seis millones de dólares).
Miles de bomberos y voluntarios siguen luchando contra el fuego
Miles de bomberos y voluntarios siguen luchando contra el fuego en nueve focos que arden fuera de control en el Estado, donde el calor ha bajado considerablemente.
Aun así, el primer ministro del Estado de Victoria, John Brumby, que también se ha personado en varios lugares afectados por el fuego, avisó de que la situación no es segura y pidió prudencia a los habitantes de la zona. "Un número importante de incendios muy serios arde fuera de control", dijo.
"Tomará varios días hacerse con la situación", dijo Brumby, quien teme que el número de víctimas aumente en las próximas horas, debido al alto número de heridos graves hospitalizados. Brumby acordó esta mañana con Rudd que el Ejército se una a los 3.000 bomberos y miles de voluntarios que combaten las llamas y atienden a las víctimas. "Van a proporcionar colaboración y logística. Contribuirán con carburante, apoyo logístico, maquinaria pesada, algo de personal y la asistencia en el control de las situaciones muy difíciles", detalló Brumby.
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