KATMANDÚ, 6 Ene. (Reuters/EP)
Unas 400 "niñas esclavas" nepalíes liberadas después de haber sido vendidas por sus padres como trabajadoras del hogar se manifestaron hoy en Katmandú para pedir medidas de integración como empleos y educación.
Niñas de apenas seis o siete años de las regiones en las que es predominante la etnia tharu, principalmente en los cinco distritos del oeste de Nepal eran vendidas por sus propios padres por unas 1.500 rupias nepalíes (unos 14,42 euros).
Las "niñas esclavas" o kamlaris solían ser vendidas a intermediarios para trabajar veinte horas diarias en ciudades o pueblos sin paga alguna. El Gobierno nepalí ilegalizó este sistema hace ocho años y desde entonces han sido liberadas unas 5.000 de estas niñas.
"Queremos la rehabilitación, educación gratuita y capacitación", se podía leer en una de las pancartas portada por las manifestantes, vestidas con vestidos tradicionales negros y blancos y pequeños cántaros en la cabeza.
El director de la Fundación Oportunidad para la Juventud, una ONG nepalí, Som Paneru, denunció además que las kamlaris sufren además abusos sexuales, torturas, violaciones y son privadas de su derecho a la educación. "Dadnos una compensación por la explotación sexual y laboral", clamaron las manifestantes.
Unas 400 "niñas esclavas" nepalíes liberadas después de haber sido vendidas por sus padres como trabajadoras del hogar se manifestaron hoy en Katmandú para pedir medidas de integración como empleos y educación.
Niñas de apenas seis o siete años de las regiones en las que es predominante la etnia tharu, principalmente en los cinco distritos del oeste de Nepal eran vendidas por sus propios padres por unas 1.500 rupias nepalíes (unos 14,42 euros).
Las "niñas esclavas" o kamlaris solían ser vendidas a intermediarios para trabajar veinte horas diarias en ciudades o pueblos sin paga alguna. El Gobierno nepalí ilegalizó este sistema hace ocho años y desde entonces han sido liberadas unas 5.000 de estas niñas.
"Queremos la rehabilitación, educación gratuita y capacitación", se podía leer en una de las pancartas portada por las manifestantes, vestidas con vestidos tradicionales negros y blancos y pequeños cántaros en la cabeza.
El director de la Fundación Oportunidad para la Juventud, una ONG nepalí, Som Paneru, denunció además que las kamlaris sufren además abusos sexuales, torturas, violaciones y son privadas de su derecho a la educación. "Dadnos una compensación por la explotación sexual y laboral", clamaron las manifestantes.
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