El ex primer ministro de Polonia cuenta con el apoyo de las tres principales fuerzas del Parlamento Europeo: conservadores, socialistas y liberales
14.07.09 - 08:52 - EFE ESTRASBURGO (FRANCIA)/ La Verdad
14.07.09 - 08:52 - EFE ESTRASBURGO (FRANCIA)/ La Verdad
El nuevo Parlamento Europeo (PE), surgido de las elecciones del pasado mes de junio, se constituye en Estrasburgo (Francia), en una primera sesión en la que los diputados elegirán al conservador polaco Jerzy Buzek como nuevo presidente de la Eurocámara.
El ex primer ministro de Polonia cuenta con el apoyo de las tres principales fuerzas -conservadores, socialistas y liberales- en virtud de un acuerdo técnico para repartirse los cargos más importantes de la institución. Además, tiene también asegurados los votos de los parlamentarios del nuevo grupo conservador y antifederalista que lideran los "tories" británicos y los de parte de Los Verdes, que ven un "símbolo" el acceso a la presidencia de un parlamentario procedente de los antiguos países comunistas.
Previsiblemente, Buzek será elegido en la primera vuelta de las votaciones, para lo que tiene que obtener al menos la mitad más uno de los votos emitidos. Tras la retirada del liberal Graham Watson como consecuencia de su acuerdo con conservadores y socialistas, la única alternativa es la sueca Eva Britt-Svensson, del grupo de la Izquierda Unitaria Europea/Izquierda Verde Nórdica.
Una vez elegido el presidente, se pasará a votar a los catorce vicepresidentes de la Eurocámara, que habitualmente salen de un acuerdo entre los grupos para repartirse los puestos en función de su peso en la cámara. Por ello, en principio, habrá tantos candidatos como vicepresidencias, lo que garantiza que dos españoles repetirán en la Mesa del Parlamento: Miguel Ángel Martínez, del PSOE, y Alejo Vidal-Quadras, del Partido Popular.
La mitad de los diputados son 'novatos'
Para casi la mitad de los 736 diputados (49,8%), hoy será su primer día en la Eurocámara. La mayor parte de ellos estarán integrados en alguno de los siete grupos políticos y sólo 28 se quedarán como no inscritos, entre ellos, el parlamentario de UPyD, Francisco Sosa, que estará rodeado en gran medida de la derecha más radical del hemiciclo, como la que representan el Partido Nacional Británico (BNP) o el Frente Nacional francés.
El mayor grupo de la Eurocámara seguirá siendo el conservador del Partido Popular Europeo con 265 escaños, seguido de la Alianza Progresista de Socialistas y Demócratas (184) y de la Alianza de los Demócratas y Liberales por Europa (84). Igualados con 55 asientos estarán Los Verdes/Alianza Libre Europea y los Conservadores y Reformistas europeos, el nuevo grupo de carácter euroescéptico que ocupará el hueco dejado por la desaparecida Unión por la Europa de las Naciones. Los grupos más pequeños serán el de Izquierda Unitaria Europea/Izquierda Verde Nórdica, con 35 diputados, y los antieuropeos de la Europa de la Libertad y Democracia, con 30.
El nuevo Parlamento Europeo está llamado a ser el más poderoso de la historia si finalmente se ratifica el Tratado de Lisboa, un texto que aumenta significativamente sus competencias. Por el momento, los eurodiputados ya han hecho un gesto de fuerza rechazando votar esta semana la reelección de José Manuel Durao Barroso al frente de la CE, tal y como querían los gobiernos europeos.
El ex primer ministro de Polonia cuenta con el apoyo de las tres principales fuerzas -conservadores, socialistas y liberales- en virtud de un acuerdo técnico para repartirse los cargos más importantes de la institución. Además, tiene también asegurados los votos de los parlamentarios del nuevo grupo conservador y antifederalista que lideran los "tories" británicos y los de parte de Los Verdes, que ven un "símbolo" el acceso a la presidencia de un parlamentario procedente de los antiguos países comunistas.
Previsiblemente, Buzek será elegido en la primera vuelta de las votaciones, para lo que tiene que obtener al menos la mitad más uno de los votos emitidos. Tras la retirada del liberal Graham Watson como consecuencia de su acuerdo con conservadores y socialistas, la única alternativa es la sueca Eva Britt-Svensson, del grupo de la Izquierda Unitaria Europea/Izquierda Verde Nórdica.
Una vez elegido el presidente, se pasará a votar a los catorce vicepresidentes de la Eurocámara, que habitualmente salen de un acuerdo entre los grupos para repartirse los puestos en función de su peso en la cámara. Por ello, en principio, habrá tantos candidatos como vicepresidencias, lo que garantiza que dos españoles repetirán en la Mesa del Parlamento: Miguel Ángel Martínez, del PSOE, y Alejo Vidal-Quadras, del Partido Popular.
La mitad de los diputados son 'novatos'
Para casi la mitad de los 736 diputados (49,8%), hoy será su primer día en la Eurocámara. La mayor parte de ellos estarán integrados en alguno de los siete grupos políticos y sólo 28 se quedarán como no inscritos, entre ellos, el parlamentario de UPyD, Francisco Sosa, que estará rodeado en gran medida de la derecha más radical del hemiciclo, como la que representan el Partido Nacional Británico (BNP) o el Frente Nacional francés.
El mayor grupo de la Eurocámara seguirá siendo el conservador del Partido Popular Europeo con 265 escaños, seguido de la Alianza Progresista de Socialistas y Demócratas (184) y de la Alianza de los Demócratas y Liberales por Europa (84). Igualados con 55 asientos estarán Los Verdes/Alianza Libre Europea y los Conservadores y Reformistas europeos, el nuevo grupo de carácter euroescéptico que ocupará el hueco dejado por la desaparecida Unión por la Europa de las Naciones. Los grupos más pequeños serán el de Izquierda Unitaria Europea/Izquierda Verde Nórdica, con 35 diputados, y los antieuropeos de la Europa de la Libertad y Democracia, con 30.
El nuevo Parlamento Europeo está llamado a ser el más poderoso de la historia si finalmente se ratifica el Tratado de Lisboa, un texto que aumenta significativamente sus competencias. Por el momento, los eurodiputados ya han hecho un gesto de fuerza rechazando votar esta semana la reelección de José Manuel Durao Barroso al frente de la CE, tal y como querían los gobiernos europeos.
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