Efe Yakarta/ elmundo.es
La crisis financiera mundial va a empujar a más emigrantes hacia los traficantes de personas en su intento de alcanzar una vida mejor, manifestó este miércoles el ministro australiano de Asuntos Exteriores, Stephen Smith, en una conferencia internacional celebrada en la isla de Bali, en Indonesia.
El máximo responsable de la diplomacia australiana afirmó en la última de las dos jornadas de la Tercera Conferencia Ministerial Regional de Bali (BRMC) que es necesario que los país de la región Asia-Pacífico trabajen conjuntamente para atajar este problema.
Smith destacó que en los últimos años los traficantes han cambiado sus estrategias y modos de actuar, y que Australia precisa de la cooperación internacional, y en especial de la de Indonesia, para hacerles frente de forma eficaz.
El ministro añadió que las situaciones de inestabilidad que padecen países de la zona, como Afganistán, Sri Lanka o la zona tribal fronteriza entre Afganistán y Pakistán, contribuyen a espolear la lacra del tráfico humano.
El encuentro regional, organizado por Australia e Indonesia y en el que participan delegaciones de 60 países, se centró en la crisis de los rohingya, una minoría musulmana asentada en Birmania (Myanmar) que ha huido del país en oleadas en los últimos meses por la opresión de la Junta Militar.
Indonesia había abogado antes de la conferencia por acordar en esta reunión "medidas prácticas" que pongan fin a este problema.
Ayudas a la comunidad rohingya
A este respecto, Smith anunció una ayuda extraordinaria de 2,3 millones de dólares (1,7 millones de euros) para mejorar las condiciones de vida de los rohingya en el estado birmano de Rakhine, donde se asienta la mayoría, con lo que la aportación anual a esta minoría asciende a 8 millones de dólares.
Descendiente de comerciantes árabes, la comunidad rohingya, está formada por unos 3 millones de personas.
En 1992, más de 250.000 rohingya escaparon de la "limpieza étnica" emprendida por el régimen, según la organización Human Rights Watch.
Los principales países de acogida son Malasia, Tailandia, Indonesia, Bangladesh, India y algunos Estados de Oriente Medio.
Indonesia encontró varias embarcaciones con emigrantes rohingya en sus aguas territoriales el pasado enero y rescató a casi 400 personas, que se encuentran desde entonces en centros de acogida en la provincia de Aceh, que ocupa la parte septentrional de la isla de Sumatra.
Australia e Indonesia señalaron, durante los dos días de sesiones, que el proceso abierto hace siete años en Bali para combatir el tráfico de personas ha sido un éxito en cuanto a crear un contexto de cooperación que favorece la cooperación trasnacional.
"Entre 2003 y 2008, la conferencia estableció grupos de trabajo, como equipos de psicología que tratan los problemas psicológicos de las víctimas, y también hemos conseguido producir políticas a nivel ministerial", detalló el portavoz del Ministerio de Exteriores de Indonesia, Teuku Faizasyah.
La crisis financiera mundial va a empujar a más emigrantes hacia los traficantes de personas en su intento de alcanzar una vida mejor, manifestó este miércoles el ministro australiano de Asuntos Exteriores, Stephen Smith, en una conferencia internacional celebrada en la isla de Bali, en Indonesia.
El máximo responsable de la diplomacia australiana afirmó en la última de las dos jornadas de la Tercera Conferencia Ministerial Regional de Bali (BRMC) que es necesario que los país de la región Asia-Pacífico trabajen conjuntamente para atajar este problema.
Smith destacó que en los últimos años los traficantes han cambiado sus estrategias y modos de actuar, y que Australia precisa de la cooperación internacional, y en especial de la de Indonesia, para hacerles frente de forma eficaz.
El ministro añadió que las situaciones de inestabilidad que padecen países de la zona, como Afganistán, Sri Lanka o la zona tribal fronteriza entre Afganistán y Pakistán, contribuyen a espolear la lacra del tráfico humano.
El encuentro regional, organizado por Australia e Indonesia y en el que participan delegaciones de 60 países, se centró en la crisis de los rohingya, una minoría musulmana asentada en Birmania (Myanmar) que ha huido del país en oleadas en los últimos meses por la opresión de la Junta Militar.
Indonesia había abogado antes de la conferencia por acordar en esta reunión "medidas prácticas" que pongan fin a este problema.
Ayudas a la comunidad rohingya
A este respecto, Smith anunció una ayuda extraordinaria de 2,3 millones de dólares (1,7 millones de euros) para mejorar las condiciones de vida de los rohingya en el estado birmano de Rakhine, donde se asienta la mayoría, con lo que la aportación anual a esta minoría asciende a 8 millones de dólares.
Descendiente de comerciantes árabes, la comunidad rohingya, está formada por unos 3 millones de personas.
En 1992, más de 250.000 rohingya escaparon de la "limpieza étnica" emprendida por el régimen, según la organización Human Rights Watch.
Los principales países de acogida son Malasia, Tailandia, Indonesia, Bangladesh, India y algunos Estados de Oriente Medio.
Indonesia encontró varias embarcaciones con emigrantes rohingya en sus aguas territoriales el pasado enero y rescató a casi 400 personas, que se encuentran desde entonces en centros de acogida en la provincia de Aceh, que ocupa la parte septentrional de la isla de Sumatra.
Australia e Indonesia señalaron, durante los dos días de sesiones, que el proceso abierto hace siete años en Bali para combatir el tráfico de personas ha sido un éxito en cuanto a crear un contexto de cooperación que favorece la cooperación trasnacional.
"Entre 2003 y 2008, la conferencia estableció grupos de trabajo, como equipos de psicología que tratan los problemas psicológicos de las víctimas, y también hemos conseguido producir políticas a nivel ministerial", detalló el portavoz del Ministerio de Exteriores de Indonesia, Teuku Faizasyah.
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