Amanda Figueras (Enviada especial) Roma/ El mundo.es
Actualizado martes 05/05/2009 13:48 horas
Rocco Buttiglione explica orgulloso cada detalle del cuadro preferido de su despacho. "Creo que lo dejaron aquí porque nadie creyó que se tratara de un verdadero Bernardino Luini". Para él, lo importante no reside en la apariencia.
Aunque asegura que el partido que ayudó a fundar y que ahora preside, la Unión de los Demócratas Cristianos y de Centro (UDC) ejerce una oposición real al gobierno de Silvio Berlusconi, no admitir que se diga que Italia es una especie de dictadura.
Su figura quedó marcada en 2004 por unas declaraciones homófobas y sexistas que pusieron en un aprieto al presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durão Barroso, que apostaba por él como comisario de Libertades Públicas, Justicia y Asuntos de Interior.
Buttiglione, filósofo y jurista de 61 años, casado y con cuatro hijas, fue asesor del Papa Juan Pablo II y ahora quiere ampliar la presencia de la UDC en la Eurocámara, donde se integra con el Partido Popular Europeo (PPE). "Hoy no hay un centro direccional de la política europea", asegura quejicoso.
Pregunta.- ¿Sirve esta Europa como modelo para el futuro?
Respuesta.- Es nuestro futuro, pero ahora desprecia la opinión de los ciudadanos. Las reglas de las instituciones son inadecuadas. Antes, cuando Jacques Delors hablaba con Helmut Kohl y François Mitterrand y alcanzaban un acuerdo, era muy fácil lograr el de todos. Hoy no hay un centro direccional. Existe el riesgo de tener una Eurocámara con una mayoría de izquierda o centroizquierda. Muchos no quieren ir a votar. El PPE puede defender los valores cristianos en Europa.
P.- Pero si Europa es el futuro, ¿por qué en las listas de candidatos escasean los jóvenes?
R.- La estructura de la sociedad italiana -y también, aunque menos, de la española- hace que el poder de los viejos crezca. Cuando yo era joven había movimientos generacionales, porque éramos muchos y buscábamos juntos una identidad. Esta es la causa también de una inmigración que debemos recibir con humanidad, pero que es excesiva.
P.- ¿Le parecen efectivas las políticas de inmigración de Berlusconi?
R.- Solemos decir de los inmigrantes que son criminales. Cierto, pero ¿quién tiene la culpa de dejarles en manos de la criminalidad? Debemos tener leyes severas, pero justas, y permitir la legalización de los que vienen para trabajar. Debemos expulsar con la ayuda de los países de origen a los criminales. Necesitamos una conferencia del Mediterráneo para el control de la inmigración ilegal. En esta idea trabajé con una gran europea, una gran española y gran amiga, como fue Loyola de Palacio.
P.- ¿Qué opina de la integración de Turquía? ¿Será posible?
R.- Le hemos prometido cosas que no podemos hacer y, si perdemos más tiempo sin decirlo con claridad, el fracaso será aún peor. Los pueblos europeos no quieren hoy que Turquía entre en Europa. Es más, no quieren ninguna otra ampliación. Debería haber una moratoria de 20 años, con la excepción de Croacia, que es europea, tiene una situación muy favorable y además es pequeña.
P.- ¿Cree que el cristianismo tiene en Europa el lugar que se merece?
R.- No estoy de acuerdo con los que piensan que ayer Europa era cristiana y ahora ya no. Europa nunca fue cristiana, siempre vivió la lucha entre el cristianismo y otras tentaciones. ¿Era Europa más cristiana cuando los fascismos, cuando los italianos matamos a montones de gente que no nos habían hecho nada? No lo sé.
P.- ¿Es el islam una amenaza?
R.- No creo que el islam sea un problema mayor. Si los musulmanes vienen a ocupar una tierra que hemos dejado vacía porque no tenemos hijos, el problema es nuestro. El asunto es que los europeos no tienen confianza en su propia cultura. Este gran odio de los europeos contra sí mismos es el verdadero problema.
P.- ¿Qué opina de las declaraciones del Papa sobre que el preservativo no ayuda a resolver el sida, sino que perjudica?
R.- El Papa ha dicho lo que cualquier manual de profilaxis. Ahora tenemos la nueva gripe y la primera medida es no ir a México. Contra el sida lo mejor es tener un estilo de vida que no te expone a él: un amor conyugal fiel. Si no puedes hacerlo, bueno, mejor el preservativo que nada... Pero siempre llega el día en que el preservativo no funciona.
P.- ¿Cree que habría que armonizar unas las leyes sobre el aborto?
R.- El aborto es malo, no es un derecho si no un mal tolerado. Nosotros, los antiabortistas, tenemos el deber de defender al niño, pero es casi imposible protegerle de su madre, que es a quien Dios se lo ha entregado. Debemos para dar más fuerza a la alianza natural entre la madre y el niño, ayudando a la formación de una condición femenina que fortalezca este vínculo.
Actualizado martes 05/05/2009 13:48 horas
Rocco Buttiglione explica orgulloso cada detalle del cuadro preferido de su despacho. "Creo que lo dejaron aquí porque nadie creyó que se tratara de un verdadero Bernardino Luini". Para él, lo importante no reside en la apariencia.
Aunque asegura que el partido que ayudó a fundar y que ahora preside, la Unión de los Demócratas Cristianos y de Centro (UDC) ejerce una oposición real al gobierno de Silvio Berlusconi, no admitir que se diga que Italia es una especie de dictadura.
Su figura quedó marcada en 2004 por unas declaraciones homófobas y sexistas que pusieron en un aprieto al presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durão Barroso, que apostaba por él como comisario de Libertades Públicas, Justicia y Asuntos de Interior.
Buttiglione, filósofo y jurista de 61 años, casado y con cuatro hijas, fue asesor del Papa Juan Pablo II y ahora quiere ampliar la presencia de la UDC en la Eurocámara, donde se integra con el Partido Popular Europeo (PPE). "Hoy no hay un centro direccional de la política europea", asegura quejicoso.
Pregunta.- ¿Sirve esta Europa como modelo para el futuro?
Respuesta.- Es nuestro futuro, pero ahora desprecia la opinión de los ciudadanos. Las reglas de las instituciones son inadecuadas. Antes, cuando Jacques Delors hablaba con Helmut Kohl y François Mitterrand y alcanzaban un acuerdo, era muy fácil lograr el de todos. Hoy no hay un centro direccional. Existe el riesgo de tener una Eurocámara con una mayoría de izquierda o centroizquierda. Muchos no quieren ir a votar. El PPE puede defender los valores cristianos en Europa.
P.- Pero si Europa es el futuro, ¿por qué en las listas de candidatos escasean los jóvenes?
R.- La estructura de la sociedad italiana -y también, aunque menos, de la española- hace que el poder de los viejos crezca. Cuando yo era joven había movimientos generacionales, porque éramos muchos y buscábamos juntos una identidad. Esta es la causa también de una inmigración que debemos recibir con humanidad, pero que es excesiva.
P.- ¿Le parecen efectivas las políticas de inmigración de Berlusconi?
R.- Solemos decir de los inmigrantes que son criminales. Cierto, pero ¿quién tiene la culpa de dejarles en manos de la criminalidad? Debemos tener leyes severas, pero justas, y permitir la legalización de los que vienen para trabajar. Debemos expulsar con la ayuda de los países de origen a los criminales. Necesitamos una conferencia del Mediterráneo para el control de la inmigración ilegal. En esta idea trabajé con una gran europea, una gran española y gran amiga, como fue Loyola de Palacio.
P.- ¿Qué opina de la integración de Turquía? ¿Será posible?
R.- Le hemos prometido cosas que no podemos hacer y, si perdemos más tiempo sin decirlo con claridad, el fracaso será aún peor. Los pueblos europeos no quieren hoy que Turquía entre en Europa. Es más, no quieren ninguna otra ampliación. Debería haber una moratoria de 20 años, con la excepción de Croacia, que es europea, tiene una situación muy favorable y además es pequeña.
P.- ¿Cree que el cristianismo tiene en Europa el lugar que se merece?
R.- No estoy de acuerdo con los que piensan que ayer Europa era cristiana y ahora ya no. Europa nunca fue cristiana, siempre vivió la lucha entre el cristianismo y otras tentaciones. ¿Era Europa más cristiana cuando los fascismos, cuando los italianos matamos a montones de gente que no nos habían hecho nada? No lo sé.
P.- ¿Es el islam una amenaza?
R.- No creo que el islam sea un problema mayor. Si los musulmanes vienen a ocupar una tierra que hemos dejado vacía porque no tenemos hijos, el problema es nuestro. El asunto es que los europeos no tienen confianza en su propia cultura. Este gran odio de los europeos contra sí mismos es el verdadero problema.
P.- ¿Qué opina de las declaraciones del Papa sobre que el preservativo no ayuda a resolver el sida, sino que perjudica?
R.- El Papa ha dicho lo que cualquier manual de profilaxis. Ahora tenemos la nueva gripe y la primera medida es no ir a México. Contra el sida lo mejor es tener un estilo de vida que no te expone a él: un amor conyugal fiel. Si no puedes hacerlo, bueno, mejor el preservativo que nada... Pero siempre llega el día en que el preservativo no funciona.
P.- ¿Cree que habría que armonizar unas las leyes sobre el aborto?
R.- El aborto es malo, no es un derecho si no un mal tolerado. Nosotros, los antiabortistas, tenemos el deber de defender al niño, pero es casi imposible protegerle de su madre, que es a quien Dios se lo ha entregado. Debemos para dar más fuerza a la alianza natural entre la madre y el niño, ayudando a la formación de una condición femenina que fortalezca este vínculo.
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